octubre 05, 2018
La piel, al igual que el resto del cuerpo, necesita ciertos cuidados para lucir espléndida. Seguramente has notado que de repente en tu piel aparecen imperfecciones o que algunos productos funcionan mejor que otros, pues todo se debe a tu tipo de piel. ¡Sigue leyendo para conocer el tuyo!
Tu piel puede clasificarse en 5 tipos:
Caracterizada por un buen equilibrio, no es muy grasa ni muy seca. Puedes identificarla porque es suave al tacto, presenta poros pequeños, tiene un brillo natural y es poco probable que presente brotes de acné o irritaciones. Es decir ¡el tipo de piel que toda mujer desea!
Cuidado de la piel normal:
Este tipo de piel presenta resequedad por la falta de grasa. Tiene un aspecto áspero, poros finos y carece de brillo. Si no se le da el cuidado debido, tiende a descamarse o irritarse con facilidad. Como consecuencia de la poca hidratación, es probable que aparezcan arrugas prematuras.
Cuidado de la piel seca:
Es aquella que produce sebo en exceso, por lo tanto, la piel se ve brillante. Los poros suelen ser dilatados y, con frecuencia, aparecen espinillas y puntos negros por la acumulación de las impurezas.
Cuidado de la piel grasa:
Resulta de la combinación de distintos tipos de piel en el rostro. Generalmente, la zona T (frente, nariz y barbilla) es grasa y tiende a presentar impurezas, mientras que el resto (mejillas y contorno de ojos) es seca. Existen productos diseñados para cuidar este tipo de piel, pero también puedes tratarlas por separado considerando sus características.
Cuidado de la piel mixta:
Es el tipo de piel más susceptible a factores externos como la contaminación, el frío o los rayos del sol. Suele enrojecerse e irritarse con facilidad, produciendo picazón. Para cuidarla, busca productos que brinden alivio y le den fuerza a tu piel.
Cuidado de la piel mixta:
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